Bueno, pues este es mi primer Día del Padre. Nunca le he dado mucha importancia porque he sido de esos que pensaban que era un invento del Corte Inglés, pero me parece un buen día para comentaros lo ingrato que es ser padre. Trateré de explicarme correctamente. Desde que nació Nicolás he sabido lo que no es pegar ojo en una noche entera (y no por estar de marcha) y tener que ir a trabajar el día siguiente como si nada, lo que es estar absolutamente pendiente de una personita que es incapaz de valerse por si misma, cambiarle, lavarle, darle de comer, limpiarle los mocos, ayudarle a caminar, consolarle en sus lloros, en sus golpes, es sus enfermedades, y todo porque le quieres, le adoras, es lo más importante en tu vida, y para mi ahora mucho más, ya que, he perdido a mi pareja, así que, ahí va la pregunta, ¿Cómo podemos llegar a ser tan injustos con nuestros padres cuando ellos han hecho por nosotros esto y más? Acaso no somos demasiado injustos con nuestros padres al no aguantar sus manías o defectos, o no cuidarflos bien cuando somos mayores, no es al final una relación bastante injusta. Al final ser padre no es ni más ni menos que enfrentarse a uno mismo, pensar en esto.
Felicidades a los Padres y a las Madres, a todos los que quieren a sus hijos.PD: Solo me refiero a los padres normales, no a aquellos que no han sabido entender que era tener un hijo.
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